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Nutrición

¿QUÉ ES NUTRISCORE Y CÓMO FUNCIONA EN LOS ALIMENTOS?

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Equipo BCH

¿Qué es NutriScore?

¿Qué es NutriScore y cómo funciona? NutriScore es un sistema de etiquetado en los alimentos que clasifica los productos en 5 colores, del verde al rojo, cada color está asociado a una letra, de la A a la E, que describen 5 niveles de calidad nutricional, de más a menos sano. De tal manera que, de un simple vistazo, el consumidor puede saber si se encuentra frente a un producto poco interesante a nivel nutricional y también qué otras opciones tienen mayor calidad. Si quieres profundizar en el campo de la nutrición, consulta más información sobre nuestro Máster de Nutrición, Gastronomía y Diseño de Menús Saludables.

Su clasificación es:

  • Verde (A): muy saludable

  • Verde claro (B): saludable

  • Amarillo (C): ni bueno ni malo

  • Naranja (D): poco saludable

  • Rojo (E): no saludable

¿Cómo calcula Nutriscore el valor nutricional de los alimentos?

NutriScore se utiliza para determinar en qué categoría clasificar cada alimento según un cálculo que puntúa el contenido de nutrientes en 100 gramos de producto. Así se dividen los nutrientes en dos grupos, por un lado los menos favorables entre los que están azúcares, ácidos grasos saturados, que aportan más cantidad de calorías y sodio. Y por otro los más beneficiosos, aquellos que implican proteínas, fibra alimentaria, frutas, hortalizas, legumbres o frutos secos entre otros. 

Este sistema de etiquetado frontal ya está vigente en países como Francia, Bélgica, Holanda o Alemania. España también entra dentro de esta lista, a pesar de que NutriScore ha sufrido bastantes críticas entre la población española. Aunque de momento en España es voluntario, el Gobierno ya ha advertido de que es muy probable que pase a ser obligatorio en un futuro.

 

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Según el Ministerio de Consumo, la incorporación de NutriScore pretende facilitar la comprensión de la calidad nutricional de los alimentos, con la intención de que el consumidor elija la mejor opción para su dieta de manera responsable, y con el objetivo de fondo de reducir la obesidad y el sobrepeso en la población española. 

NutriScore es un sistema de gestión eficiente que tiene dos objetivos principales: informar al consumidor sobre la calidad nutricional global de los alimentos e impulsar a los fabricantes a la elaboración de productos con mejor composición nutricional. 

En la teoría se puede ver claramente la utilidad del etiquetado y las razones obvias por las que habría de incorporarlo en comercios, sin embargo en la práctica hay algunos fallos con los que no se contaba, y eso ha generado un aluvión de críticas a NutriScore.

Cambios en el algoritmo en 2024

Tras varias peticiones, el comité directivo de NutriScore realizó varios cambios en el algoritmo del etiquetado:

  • Diferenciación entre tipos de leches, vegetales o no, azucaradas o no, desnatadas o parcialmente desnatadas.

  • Diferenciación más clara entre alimentos con contenido de sal y de azúcar, entre alimentos de cereales ricos en fibra o refinados. 
  • Mejor posición de las carnes de ave y conejo frente a las de carne roja. 
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Beneficios del uso de Nutriscore en España

Uno de los beneficios de Nutriscore es la fácil identificación de alimentos fuertes en azúcares y grasas, que obtendrán puntuaciones como la D y la E. En muchos casos, las conclusiones nutricionales son sorprendentes, ya que una gran parte de productos procesados no superan el ecuador del ranking.

Otros sistemas de etiquetado de alimentos utilizados en España

En España, además del sistema de etiquetado nutricional obligatorio establecido por la Unión Europea, se han implementado varios sistemas adicionales para proporcionar información adicional a los consumidores. Entre ellos el ya mencionado Nutriscore, que destaca el valor nutricional de los alimentos mediante un código de colores y letras. Además de este sistema, hay otros tipos de etiquetado específicos de organizaciones con el objetivo de ayudar a la comprensión de la información nutricional de los alimentos y promover una alimentación más saludable entre los consumidores españoles.

Es el caso de Nutrinform, que salió como alternativa a Nutriscore, al igual que Eco-Score (que mide la huella que dejan los alimentos en el mundo), o la clasificación NOVA, que indica si el alimento es ultra procesado o ha sido mínimamente procesado.

Etiquetado de alimentos obligatorio

La Unión Europea exige que cualquier producto informe de su composición e ingredientes, valores nutricionales, posibles alérgenos, fecha de envasado, caducidad o consumo preferente, número de lote, peso en seco/escurrido y otros datos sobre el productor, fabricante y/o importador. 

En referencia a la información nutricional obligatoria, esta debe incluir el total de valor energético (en Kilojulios -kJ- y Kilocalorías -kcal-),  cantidad de grasa o grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal.

Etiquetado de alimentos voluntario

El tipo de etiquetado frontal como Nutriscore no es obligatorio en los alimentos. Solo sirve para que los consumidores puedan comparar entre alimentos del mismo grupo. En otros países como Reino Unido o Suecia utilizan un sistema de etiquetado frontal más simple, como es el caso de la cerradura (Suecia) o el semáforo (utilizado en todo el Reino Unido).

Los requisitos para este tipo de etiquetados es que:

  • No causen malinterpretación, confusión o ambigüedad.
  • Estar basados en datos científicos contrastados y probados. 

Polémicas con NutriScore en España

También hay inconvenientes en este sistema, ya que en algunos productos crea confusiones y grandes polémicas, como el aceite de oliva, el jamón serrano… entre otros.

La clave de Nutriscore es comparar los productos entre los de la misma clase, para valorar cuál tiene más función nutritiva que otro, de nada sirve comparar el jamón con unos yogures.

Las polémicas de Nutriscore en redes desde que fue implantado en España, sobre todo en Twitter, no han tenido descanso. La mayoría surgen por calificaciones que se han dado a muchos alimentos, en algunos casos nacionales, en otros no, y que la población española consideraba erróneas.

Uno de los ejemplos más sonados es el del aceite de oliva, que recibió una calificación D (una mala calificación), solo estando la E por debajo. Tras una revisión impulsada por el Ministerio de Sanidad, la letra fue rectificada a la C.

Otro producto que de momento no ha tenido tanta suerte ha sido el jamón ibérico, situado en la zona roja, es decir, como poco saludable. La Asociación Interprofesional Española de Cerdo Ibérico (ASICI) defiende que debe revisarse la clasificación debido al alto contenido en proteínas, vitaminas y minerales, aunque de momento no han conseguido nada. 

Estos dos casos, el del aceite de oliva y el jamón ibérico, son los más sonados, pero hay muchos más, como la puntuación roja del queso manchego y la puntuación verde B de los quesitos light del Mercadona. 

También ocurre con algunos cereales enfocados especialmente a niños y que están etiquetados con el color verde B, pese a que los ingredientes que contiene no sean mayormente "saludables". 

A pesar de los errores y las quejas de la población española, el Ministerio de Sanidad ha recalcado, tras la revisión del aceite de oliva, que la petición de revisión no se va a extender a más productos. 

 
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