EL GRAB & GO COMO MODELO DE NEGOCIO GASTRONÓMICO EN AUGE

A nuestros días cada vez les faltan más horas y el mundo se va adaptando en consecuencia a esta necesidad creciente de aprovechar el tiempo al máximo. En el sector de la restauración, dicha adaptación pasa por la oferta de productos que pueden consumirse al instante. De este modo, no es necesario invertir tiempo en la elección de ingredientes y su preparación. A este modelo de negocio en auge se le conoce como Grab & Go, y en este artículo te contaremos en qué consiste y cómo apostar por él con éxito.

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Definición del concepto Grab & Go en gastronomía

Para definir el concepto de Grab and Go, es casi suficiente con hacer una traducción del inglés. Esta podría ser “coge y vete”, que significa que la persona entra al establecimiento en cuestión, elige los productos que desea consumir, paga y se va.

Estos productos suelen ser opciones de comida rápida, como los wraps, los bocadillos o los sándwiches. Todos ellos ya vienen completamente preparados y envasados, y se exponen en estanterías o cámaras frías accesibles para los clientes.

Por tanto, desaparece la manipulación y se pueden consumir de forma directa. Sin embargo, la diferencia con la fast food es que se trata de propuestas más saludables, aunque también se puedan comer fácilmente y en poco tiempo.

Un modelo de negocio gastronómico adaptado a las nuevas generaciones

Las nuevas generaciones están informadas y tienen altas expectativas. Puesto que no están dispuestas a renunciar a sus deseos y necesidades, han demandado un modelo de negocio gastronómico que les permita disfrutar de calidad, pero sin que les reste tiempo.

Los restaurantes tradicionales suponen una inversión alta de tiempo, mientras que los locales de comida rápida implican renunciar a la salud. El Grab & Go, como restaurante take away o para llevar, es el punto intermedio. Se consiguen alimentos de calidad, frescos y variados, y solo se necesitan unos pocos minutos para ello. Pero su éxito no es fruto de la casualidad, sino que tiene detrás un plan de marketing que ha identificado estas necesidades no satisfechas.

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Ventajas de incluir un servicio Grab & Go en tu restaurante

Mayor flujo de clientes

La comida para llevar atrae a un público más amplio. Primero, es práctica para quienes no tienen tiempo para cocinar. Pero además, al estar expuesta y accesible, resulta más atractiva para aquel público que prefiere no interactuar o que desea algo que pueda consumir en cualquier sitio.

Incremento de las ventas

El servicio Grab & Go impulsa el volumen de ventas porque atrae a más clientes. Y al ser productos que ya están listos y envasados, no tienen por qué adquirirse para su consumo inmediato, sino que se pueden guardar para un momento posterior.

Reducción del tiempo de espera

En la era de la inmediatez, los clientes valoran no tener que esperar por la preparación o el envasado, sino que pueden despacharse ellos mismos. Así se mejora la experiencia del cliente y aumenta la satisfacción.

Limpieza y eficiencia

El personal del establecimiento solo debe invertir tiempo en cobrar a los clientes y en reponer los productos en sus estanterías.

La estrategia de packaging y marketing: unidas para un Grab & Go exitoso

La originalidad es clave para el éxito de un negocio gastronómico. Pero esta no solo se refiere a los productos en sí o a la idea en la que se basan. También es necesario usar una estrategia de marketing que permita dar a conocer este modelo y que lo haga atractivo a los ojos de los consumidores. Y apostar por un packaging que también vaya acorde con las expectativas que estos tengan.

El inconveniente principal que presenta el modelo Grab & Go es el uso excesivo de envases, que en su mayoría son de plásticos no reutilizables. Puesto que la situación medioambiental no puede seguir haciendo frente a este consumo, es importante apostar por el packaging ecológico y sostenible.

El concepto Grab & Go coge fuerza en los mercaurantes

Una alternativa similar al Grab & Co es el mercaurante, que es una fusión de los mercados con los restaurantes. El ejemplo más común son los supermercados, que están habilitando una zona de comida fresca y preparada que los clientes pueden escoger y consumir en el mismo local.

En este caso, la oferta es más amplia, ya que además de los bocadillos o las ensaladas envasadas, se añaden los platos calientes y los postres. En cualquier caso, la idea es la misma: ahorrar tiempo a los consumidores y ofrecer propuestas que sean saludables y de calidad.